para El Poeta de Cernuda
La edad tendrás entonces que él ahora
cuando en el tiempo de la siega y del reposo,
honores de un sosiego eterno que apacigua
—tu memoria, tu certeza, tu silencio—
algunos versos lleves a otras manos
para mostrar y hallar signo de vida.
Algo nos dirán, en el futuro, voces
ignoradas, descendientes de la palabra nuestra,
y las de extravagantes lenguas, cuyo acento
tentativas distantes nos revelan. Pues las cosas,
—la tierra, el mar, los árboles, la estrella—
eternas siempre permanecen.
Eternas y cambiantes, hasta que un día se omiten
de un plumazo en la expresión de estos poetas
—hijos o no de nuestra lengua, los más contemporáneos—
que infundan con nosotros,
por su obra, la sed, la incertidumbre
plena en todo el mundo visible e invisible.
Con dolor e irreverencia así aprendiste
que en torno el ser humano abjura de la imagen
misteriosa y divina de las cosas,
—y de ellos— a mirar inquieto, como
espejo múltiple, sin el cual la creación sería
vana hasta estallar su anhelo en los poetas.
Aquel tiempo vendrá, o tú vendrás,
mostrando una fiereza intemporal y antigua:
—adonde estarán ellos cuando tengas
la misma edad que hoy el Poeta tiene—
lo que tu sed recuerda y la suya busca,
habrás perdido entonces.
Escúchalo pues, que una palabra
amiga vale mucho
en esta soledad, en este breve espacio
de estar vivos, y nadie sino tú puede decirle:
—a aquel que te pregunta adónde y cómo vaga—
venga a estar en el origen de un mundo.
Para el poeta estar es lo bastante
e indiferente el crédito o aplauso hacia su entrega,
pues en él a cada instante se recrean,
—como uno son la tribu, el mito y la palabra—
las tres alegorías en tanto otro lugar dispersas:
la idea, el origen, y la voz.
© Edel Morales
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Acerca del autor

Biobibliografía
EDEL MORALES (Cabaiguán, Cuba, 1961) Escritor, investigador y promotor cultural. Ha publicado los poemarios Viendo los autos pasar hacia Occidente, 1994, y Escrituras visibles, 1999. Seleccionó y prologó el catálogo de jóvenes poetas cubanos Cuerpo sobre cuerpo sobre cuerpo, 2000, y la muestra La Estrella de Cuba. Inventario de una expedición, 2004, todos por la editorial Letras Cubanas. En el 2002 la editorial canaria Globo publicó su poemario Lejos de la corriente, corregido y aumentado para Ediciones Unión en el 2004. También en el 2004 Ediciones Luminaria publicó su relato testimonial Los pies en la tierra. Obtuvo, entre otros, los premios Revolución y Cultura, 13 de marzo y Razón de Ser. Sus textos aparecen en numerosas antologías, publicaciones periódicas y sitios digitales de la isla y de otros países. Poemas suyos han sido traducidos al inglés y al francés. Ha impartido conferencias y realizado lecturas en Cuba, España, Venezuela, Argentina, Puerto Rico, México, Estados Unidos y Alemania. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y Miembro de Honor de la Asociación Hermanos Saíz de escritores y artistas jóvenes. Le fue conferida la Distinción Por la Cultura Cubana. Es director del Centro Cultural Dulce María Loynaz y de la revista de literatura y libros La Letra del Escriba. Reside en La Habana.
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